Como he sugerido, el diagnóstico presupuesto en Metateatro -según el cual el hombre moderno vive bajo el peso de una carga de subjetividad cada vez mayor a expensas de su sentido de la realidad del mundo- no es nuevo. Tampoco las obras de teatro son los textos decisivos para revelar esta actitud y su idea correlativa: la razón como automanipulación y representación. Los dos mayores documentos de esta actitud son los Ensayos de Montaigne y El príncipe de Maquiavelo, ambos manuales de estrategia que suponen un abismo entre el Yo público (la representación) y el Yo privado (el verdadero Yo). (...) Las principales obras de Shakespeare son piezas acerca de la autoconsciencia, acerca de personajes que no actúan tanto como se dramatizan a sí mismos en los papeles.
Susan Sontag (1963), "La muerte de la tragedia" en Contra la interpretación y otros ensayos, Buenos Aires, Debolsillo, 2008, pp. 174-176