¿Qué sentido puede tener explicar a los obreros la teoría de la lucha de clases, si esta teoría no puede explicar siquiera las relaciones entre ellos y el fabricante (nuestro capitalismo ha sido implantado artificialmente por el gobierno), y ni hablar de la masa del "pueblo" que no pertenece a la clase ya formada de los obreros fabriles?
¿Cómo es posible admitir la teoría económica de Marx, con su conclusión sobre el papel revolucionario del proletariado como organizador del consumo a través del capitalismo, cuando en nuestro país se quiere buscar caminos que conduzcan al comunismo, al margen del capitalismo y el proletariado que él engendra?
Es evidente que, en semejantes condiciones, llamar al obrero a la lucha por la libertad política equivaldrá a llamarlo a sacar las castañas del fuego para la burguesía avanzada, porque no se puede negar (...) que la libertad política servirá ante todo a los intereses de la burguesía y no mejorará la situación de los obreros, sino sólo... sólo mejorará las condiciones de su lucha... contra esa misma burguesía. Digo esto contra aquellos socialistas que, aunque no admitan la teoría de los socialdemócratas, dirigen, sin embargo, su agitación hacia los medios obreros, después de haberse persuadido empíricamente de que sólo en ellos es posible encontrar elementos revolucionarios. La teoría de estos socialistas está en contradicción con su práctica y cometen un error muy serio al distraer a los obreros de su tarea inmediata: la organización del partido socialista obrero.
V. I. Lenin (1894), Quiénes son los "Amigos del Pueblo" y cómo luchan contra los Socialdemócratas, Buenos Aires, Anteo, 1972, pp. 206-208