No sólo se comienza con una auténtica articulación de la experiencia vital que es luego reapropiada por aquellos con el poder de servir a sus propios intereses y/o imponerse a sus súbditos para hacer de ellos dóciles engranajes de la maquinaria social; mucho más interesante es el proceso opuesto en el cual algo que fue originariamente una construcción ideológica impuesta por colonizadores es de repente adoptada por sus súbditos como un modo de articular sus "auténticas" injusticias. Recordemos el clásico caso de la Virgen de Guadalupe a principios de la colonización en México: con su aparición, el cristianismo (que hasta entonces había servido como la ideología impuesta por los colonizadores españoles) fue apropiado por la población indígena como una manera de simbolizar su terrible situación.
Slavoj Zizek, Visión de paralaje, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2006, p. 309