# 241

El golpe de Estado de 1976 primero, y la crisis de 2001 después, arrasaron con el sistema político argentino. La fuerza social y política que mostró mayor capacidad de supervivencia en esas condiciones fue el peronismo, y las demás fueron sencillamente devastadas. El radicalismo fue demolido por su propia incapacidad política, porque no estaba escrito que Fernando de la Rúa debía irse obligatoriamente al diablo. Si hubiera salido de la Convertibilidad en los primeros sesenta días de su gobierno, De la Rúa hoy sería un político significativo de la Argentina. Pero actualmente no es ni significativo ni importante porque no pudo entender que el de los bancos no es el único interés que existe en el país; y, al atar su suerte a la de ellos, terminó como terminó.

Alejandro Horowicz, entrevistado por Manuel Barrientos en Debate, 02-09-2011