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En suma, considero que lo más terrible en la comunicación es su inconsciente, en particular, parafraseando a Aristóteles, aquellas cosas mediante las cuales nos comunicamos, pero acerca de las cuales jamás comunicamos: me refiero a las oposiciones fundamentales que hacen posible la discusión y que nunca son objeto de debate.

Pierre Bourdieu (1992), "Cuestión de palabras. Una visión más modesta del rol de los periodistas" en Pensamiento y acción, Buenos Aires, Libros del Zorzal, 2002, p. 65