La idea de que todas las economías modernas están convergiendo hacia un único modo de vida económica no cuadra con la historia. Es un remanente de la sociología especulativa de principios del siglo XIX que quedó incrustada en el pensamiento posterior. Igual que los marxistas de los años treinta, los neoliberales contemporáneos son discípulos involuntarios de una ideología positivista ya difunta.
John Gray, Las dos caras del liberalismo: una nueva interpretación de la tolerancia liberal, Barcelona, Paidós, 2001, p. 34