Emma Goldman (1923), My disillusionment in Russia, New York, Dover, 2003, p. 256
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intelectuales
Es cierto que la mayoría de los intelectuales se considera una clase separada y superior a los trabajadores, pero las condiciones sociales están demoliendo rápidamente el alto pedestal de la intelectualidad. Se los está haciendo ver que ellos también son proletarios, incluso más dependientes de su amo económico que el trabajador manual