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Por otra parte, tengo la impresión -y esto habría que plantearlo como problema-, de que la Alianza tiene las patas mucho más cortas que lo que las tuvo el menemismo en su momento y, con más razón, el alfonsinismo. Han pasado desde 1983 quince años y la erosión que ha sufrido el sistema político argentino ha sido enorme. Esa misma erosión puede contribuir a que el desgaste de las expectativas que un sector todavía importante de la sociedad argentina deposita en la Alianza se produzca con mucha mayor rapidez que bajo los gobiernos de Alfonsín y Menem. Decía que habría que plantear esto como un problema político, porque no creo que ese desgaste precipitado vaya a dejar tiempo para que se forme una verdadera alternativa de izquierda.

Eduardo Grüner entrevistado por Javier Trímboli, La izquierda en la Argentina, Buenos Aires, Manantial, 1998, p. 133