# 327

La invocada "fidelidad" de las traducciones no es un criterio que lleva a la única traducción aceptable (por lo que hay revisar incluso la altanería y la condescendencia sexista con la que se mira a veces a las traducciones "bellas pero infieles"). La fidelidad es, más bien, la tendencia a creer que la traducción es siempre posible si el texto fuente ha sido interpretado con apasionada complicidad, es el compromiso a identificar lo que para nosotros es el sentido profundo del texto, y la capacidad de negociar en todo momento la solución que nos parece más justa.
Si consultan cualquier diccionario, verán que entre los sinónimos de fidelidad no está la palabra exactitud. Están, más bien, lealtad, honradez, respeto, piedad.

Umberto Eco (2003). Decir casi lo mismo. Experiencias de traducción, Barcelona, Lumen, 2008, p. 472