Michel de Montaigne (1595), Ensayos II, Buenos Aires, Orbis, 1984, pp. 263-264
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ética,
Michel de Montaigne
No hay arte ni flexibilidad de espíritu que nos pueda hacer amoldar el paso al de un guía tan extraviado y desarreglado. En la volátil confusión de rumores, noticias y opiniones vulgares que nos rodean, no se puede establecer un camino provechoso. No nos propongamos fin tan fluctuante y movedizo, busquemos la razón, y síganos en eso la aprobación pública si quiere, porque, pues depende de la fortuna, tanta razón hay para que esperemos esa aprobación por ese sendero como por otro.