# 252

Expresada en esta forma extrema, la fe en el liderazgo "heroico" seguía ocupando una posición marginal en la extrema derecha del espectro político de Alemania de principios de los años veinte, pese a que es indiscutible que algunos elementos de estos sentimientos alcanzaron las filas de quienes, en aquella época, concedían su apoyo a los partidos y movimientos conservadores burgueses. A finales de los años veinte, y sobre todo durante la creciente crisis política y económica de la época de la Depresión, la percepción de que la democracia de Weimar había fracasado por completo, así como la sensación de que todo el sistema político se hallaba inmerso en una crisis mortal, permitieron que la imagen del liderazgo "heroico" se desplazase desde los márgenes políticos al centro del escenario.

Ian Kershaw (1987), El mito de Hitler. Imagen y realidad en el Tercer Reich, Barcelona, Paidós, 2003, p. 38